El rococó es definido como un arte
individualista, antiformalista y
cortesano. Se caracteriza por el gusto por los colores luminosos, suaves y claros. Predominan las formas inspiradas en la naturaleza, la
mitología, la belleza de los cuerpos desnudos, el
arte oriental y especialmente en los temas galantes y amorosos. Es un arte básicamente mundano, sin influencias religiosas, que trata temas de la vida diaria y las relaciones humanas, un estilo que busca reflejar lo que es agradable, refinado, exótico y sensual.
En el desarrollo y extensión del nuevo estilo dentro de la sociedad francesa, jugó un papel clave la influencia de
Jeanne Antoinette Poisson, marquesa de Pompadour y amante del rey. Su interés por el arte que, como aficionada, practicaba asesorada por
François Boucher o
Quentin de La Tour, se transmitió a las clases acomodadas de
París. La década de 1730 fue el periodo de mayor vitalidad y desarrollo del Rococó en
Francia. El estilo se inició en la arquitectura y llegó al mobiliario, la escultura y la pintura (entre los trabajos más significativos, encontramos los de los artistas
Jean-Antoine Watteau y
François Boucher). El estilo rococó se difunde sobre todo gracias a los artistas franceses y a las publicaciones de la época.
Fue rápidamente acogido en la zona católica de
Alemania,
Bohemia y
Austria, donde se fusiona con el barroco germánico. En particular al sur, el rococó germánico fue aplicado con entusiasmo en la construcción de casas y palacios; los arquitectos a menudo adornan los interiores con «nubes» de estuco blanco.
En
Inglaterra, el nuevo estilo fue considerado como «el gusto francés por el arte». Los arquitectos ingleses no seguirían el ejemplo de sus colegas continentales, a pesar de que la platería, la porcelana y las sedas sí estuvieron fuertemente influenciadas por el Rococó.
Thomas Chippendale transformó el diseño del mobiliario inglés mediante el estudio y la adaptación del nuevo estilo.
William Hogarth contribuyó a crear una teoría sobre la belleza del Rococó; sin referirse intencionadamente al nuevo estilo, afirmaba en su obra
Análisis de la belleza (
1753) que la curva en
S presente en el Rococó era la base de la belleza y de la gracia presente en el arte y en la naturaleza.
Mobiliario y objetos decorativos
La temática ligera pero intrincada del diseño rococó se adecúa mejor a los objetos de talla reducida que a la arquitectura y a la escultura. No sorprende por lo tanto que el Rococó francés fuera utilizado sobre todo en el interior de las casas. Figuras de porcelana, platería y, ante todo, el mobiliario incorporan la estética del Rococó cuando la alta sociedad francesa quiere arreglar las casas con el nuevo estilo.
El Rococó aprecia el carácter exótico del
arte chino y, en Francia, se imita este estilo en la producción de porcelana y vajilla de mesa.
Los diseñadores franceses, como
François de Cuvilliés y Nicholas Pineau, exportan el estilo a
Múnich y
San Petersburgo, mientras el alemán
Juste-Aurèle Meissonier se trasladó a
París, si bien hace falta considerar a Simon-Philippe Poirier como el precursor del Rococó en París. El Rococó inglés tiende a ser más moderado. El diseñador de muebles Thomas Chippendale mantiene la línea curva pero menos ampulosa que la del mueble francés. El mayor exponente del Rococó inglés fue, probablemente, Thomas Johnson, un escultor y proyectista de muebles ubicado en
Londres a mediados de 1700
pintura
A pesar de que el Rococó debe su origen puramente a las artes decorativas, el estilo mostró su influencia también en la pintura, llegando a su máximo esplendor en la década de 1730. Esta pintura debe llamarse propiamente como Pintura Galante y no como Pintura Rococó, pues este término engloba el contexto estético en que se encontraba. Los pintores usaron colores claros y delicados y las formas curvilíneas, decoran las telas con querubines y mitos de amor. Sus paisajes con fiestas galantes y pastorales a menudo recogían comidas sobre la hierba de personajes aristocráticos y aventuras amorosas y cortesanas. Se recuperaron personajes mitológicos que se entremezclan en las escenas, dotándolas de sensualidad, alegría y frescura.
El
retrato también fue popular entre los pintores rococós, en el que los personajes son representados con mucha elegancia, basada en la artificialidad de la vida de palacio y de los ambientes cortesanos, reflejando una imagen amable de la sociedad en transformación.
Escultura y objetos de porcelana
Después de unos inicios difíciles (1741) en
Vincennes, la Manufactura Real se trasladó a Sèvres]] en 1756. La porcelana de Sèvres se caracterizaba por sus dibujos rodeados de ornamentación de rocalla sobre fondo blanco, aunque este blanco pasó rápidamente a colores de tonos muy vivos como el
bleu de Roi (posterior al Rococó), el amarillo vivo, el azul turquesa, y el
rosa Pompadour (a partir de 1757), de moda durante diez años y que se denominó así como reconocimiento al interés personal de Madame Pompadour en el desarrollo de las Manufacturas.
A partir de la década de 1750 se puso de moda la colocación de placas de Sèvres como decoración de muebles pequeños o accesorios.
Bernard van Risen Burgh fue el primero ebanista conocido que decoró sus obras con placas de porcelana, una práctica que rápidamente se hizo popular. Fueron muy utilizados por los ebanistas
Martin Carlin y Weisweiler. La arquitecta Alpha Mariel Polanco ha hecho una gran investigación sobre el Rococò.
(extraccion de wikipedia referencia enline: WWW.wikipedia.org)
asi como el barroco tomo la opulencia y el recargado de el ambiente y el arte, los detalles tallados y los mobiliarios decorados con texturas, el rococó forzó un giro de 180° se dedico a los detalles y sencillez de las cosas con acabados no tallados, el efecto del rococó se pude deslunbrar en los ceramicos y porcelanas que genero. asi como en los detalles de las casas de campo y ya no en las construciones grandes de ciudad.
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ceramica de porcelana inspirada en el rococó
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